Osteopatía

La Osteopatía es un enfoque de asistencia sanitaria que tiene como objetivo garantizar el mejor funcionamiento del cuerpo. Para ello, el osteópata elabora un diagnóstico poniendo especial atención en la estructura del cuerpo y formula un tratamiento para solucionar los problemas mecánicos existentes.

El osteópata trabaja la movilidad de las diferentes estructuras anatómicas, especialmente aquellas relacionadas con la causa del problema, restaurando de este modo el correcto funcionamiento del organismo en general.

La historia clínica del paciente se analiza con detenimiento antes de iniciar el tratamiento osteopático y tras la exploración física, en la que el terapeuta busca la causa o causas del trastorno, tanto en el área sintomática como en el resto del cuerpo.  Acto seguido se determina el tipo de problema y se establece un plan de tratamiento.

El abanico de técnicas usadas en osteopatía es muy amplio y comprende desde precisos ajustes articulares, seguros y efectivos, a técnicas específicas para tratar los problemas viscerales. La elección de la técnica más adecuada dependerá del paciente y de la naturaleza de su problema.

Osteopatía y dolor

El principal motivo que lleva a los pacientes a visitar una unidad de osteopatía es el dolor. Este puede obedecer a distintas causas: alteraciones mecánicas agudas y/o degenerativas, procesos inflamatorios, alteraciones neurológicas, desequilibrios importantes a nivel postural, etc.

En muchos casos, la atención de este dolor puede conllevar la interacción de diferentes disciplinas sanitarias, y es necesario la combinación de varios abordajes para poder combatir o gestionar mejor este dolor por parte del paciente. 

La osteopatía se muestra altamente efectiva en aquellos dolores de carácter nociceptivo, en los cuales el origen proviene de los receptores del dolor situados en diferentes tejidos del organismo. En los procesos de dolor crónico asociados a enfermedades degenerativas o autoinmunes (fibromialgia, enfermedades reumáticas, fatiga, dolor crónico, etc.), la osteopatía puede ser un buen complemento a un abordaje necesariamente interdisciplinar que en ocasiones requiere además la participación activa del paciente desde una vertiente de autoconocimiento y autogestión del dolor.

Osteopatía y deporte

La osteopatía, por su concepción holística y global de la persona, aporta un “plus” de calidad en el entrenamiento deportivo, especialmente para el que hace la preparación general y específica del deportista.

De la misma forma que el entreno trata de optimizar el rendimiento deportivo, la osteopatía trata de optimizar el potencial de salud de la persona. 

Cuando juntamos las dos especialidades obtenemos aquello deseado por cualquier profesional del deporte: rendimiento deportivo conservando (incluso mejorando) la salud.

Osteopatía y trabajo activo

Normalmente, la osteopatía es un trabajo que suele ser más pasivo, ya que los osteópatas ayudan al paciente a poner en equilibrio el cuerpo mediante el tratamiento que llevan a cabo.

Sin embargo, la situación ideal es que después el paciente complemente este tratamiento mediante un trabajo activo, en el cual el escenario óptimo es que el paciente tome el hábito de seguir trabajando de forma activa para mantener un buen equilibrio en el cuerpo.

Esta terapia activa la domina nuestro Osteópata, siendo una herramienta de gran importancia para acabar de afinar el trabajo conjuntamente con el paciente.

Le ayudará a estabilizar los cambios, y puede ser un factor para evitar las recaídas.

Unidades de osteopatía

✅ Dolores de espalda: Lumbalgias, cervicalgias, ciática.

✅ Hernias y protusiones discales

✅ Cefaleas y dolores de cabeza

✅ Dolor de la ATM

✅ Gestión del estrés

✅ Osteopatía visceral

✅ Osteopatía craneosacral